Me gusta amarte en silencio,
sentir el roce de tu piel,
tener tus manos en mi mejilla
y robar tus dulces besos de miel.
Tu mirada es la esperanza que
acaricia mis emociones perdidas
y hace que renazca mis ganas
sublimes de amarte.
Eres perfecta muestra de amor y placer,
desbordas calor cuando expresas
tu pasión que me haces estremecer.
Benditos los momentos que te tengo
en mi boca y que tu cuerpo es paraíso
en el que quiero vivir.
Que el lucero ilumine nuestro encuentro
y la luna brille en el firmamento,
que el viento envuelva nuestros cuerpos
y que ese momento, sea eterno.
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